Rincón bibliográfico
Sylvia Molloy: Crítica y contagio
Desleer para leer: esa consigna abre la lectura que Sylvia Molloy hace de La vorágine, y se vuelve un gesto recurrente en sus lecturas críticas. “Desmontar”, escribe, “esa red taxonómica que se ha ido tejiendo alrededor –y a veces a la vera– del texto para enfrentar su letra” (1987: 746). Leer, ahí, es antes que nada desmontar, desarmar los marcos, las taxonomías, las fijaciones de lo ya-leído, ese repertorio de las lecturas que se asientan como sedimentos y se vuelve automatismo de la crítica, de la pedagogía, de las categorías de lectura. Gesto a la vez necesario y, añade, imposible: en esa revocación, “siquiera tangencial”, empieza “Contagio narrativo y gesticulación retórica en La vorágine”, un texto crítico de 1987, un momento, podemos pensar, de inflexión de la crítica que se producía desde EEUU (Molloy estaba en ese momento en Yale; el texto sale en Revista Iberoamericana) donde los debates en torno al Boom y al testimonio, que fueron dominantes durante las décadas previas, empezaban a hacerle lugar a nuevos vocabularios críticos, y donde el culto del autor como filtro de toda lectura –tan determinante de los instructivos de lectura que se gestaron en torno al Boom– empezaba a desfondarse para hacer ver las operaciones del “texto” y de la escritura. El artículo de Sylvia es, sin embargo, menos un recambio de vocabularios y de modos de leer que el registro y el mapeo de una sensibilidad crítica. Una sensibilidad crítica hecha, claro, de lecturas, pero sobre todo de un posicionamiento en tanto que lectora: el trazado de un lugar desde donde leer, que es inseparable de una pregunta por la forma literaria, o mejor dicho, por lo informe literario.
Lispector: La hora de la estrella
Una operación crítica
Sobre La hora de la estrella, de Clarice Lispector
Vamos a dejar fuera del cuadro los elementos biográficos de Clarice Lispector, su Ucrania natal, la infancia en el Nordeste de Brasil, su mudanza a Río de Janeiro, la vida errante de las legaciones diplomáticas y sus sofisticaciones cosmopolitas, su regreso a Brasil, e incluso sus novelas anteriores, sus cuentos y las «crónicas» publicadas en el Jornal do Brasil, que condensan un género literario en sí mismas. Apartemos todo eso –de momento– para centrarnos en su último libro, La hora de la estrella*.
Ludmer: Literaturas postautónomas
Literaturas postautónomas: otro estado de la escritura
Por Josefina Ludmer
Hoy concibo la crítica como una forma de activismo cultural y necesito definir el presente para poder actuar. El presente es para mí el presente literario, porque creo que en la escritura, y sobre todo en la literatura, se puede ver cierto funcionamiento de la imaginación pública.
La politización del arte
El arte es uno de los ámbitos desde los que más se ha insistido, en los últimos años, en la necesidad de una repolitización de la vida. Sus temas, volcados hacia lo real, sus procesos, cada vez más colectivos, y sus lugares, abiertos al espacio público, parecen atestiguarlo. Pero estas transformaciones no necesariamente son garantía de un reencuentro entre la creación y lo político. Estamos viendo cómo fácilmente reproducen nuevas formas de banalidad y nuevos espacios para el autoconsumo y el reconocimiento.