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En una conferencia exhaustiva y multidisciplinar, García Picazo logró que los asistentes participaran de un juego interpretativo que permitió situar el famoso cuadro de Brueghel en un amplio entorno de implicaciones históricas y culturales. La importancia de la obra, una de las más destacadas del Renacimiento flamenco, reside en las múltiples claves con las que el pintor compuso la escena, y que van desde la representación de los tres pilares del poder de la época (la Iglesia, la Nobleza y el Campesinado) hasta el advenimiento del poder económico de la burguesía comerciante y el florecimiento del capital financiero.

El sutil trabajo iconográfico de Brueghel, que le permitió lidiar con la censura, es hoy un ejemplo notable de inventiva pictórica. Junto con la exposición de la obra y la interpretación de sus claves, la profesora desplegó un nutrido corpus de referencias gráficas y de acotaciones historiográficas, que en conjunto sirvieron para comprender el complejo sistema de signos y poder “leerlos” en un apasionante e instructivo viaje en el tiempo. No faltaron referencias a los precursores de Brueghel el Viejo y a sus epígonos. Se habló de la gastronomía y su relación con el orden social, de las tendencias religiosas que se enfrentaban por aquel entonces y su relación con el poder político, de la industria textil de la época y el comercio de materias primas entre Europa y el resto del mundo, de las prácticas de explotación y las costumbres sociales... En conjunto, una completa arqueología de las referencias desplegadas en el cuadro.

Además de esta aproximación interpretativa, García Picazo propuso una útil reflexión sobre los métodos y los procedimientos para el análisis de una obra de este tipo: del “orden implicado” al “orden explicado” en un trayecto que permita situarse frente a la obra de arte con herramientas válidas para establecer un diálogo productivo y esclarecedor.

Vea la conferencia completa:

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