Informa BBC Mundo

Es común que las obras de Banksy toquen temas políticos con ironía, desde el calentamiento global, a las guerras, la vigilancia social y la explotación laboral.

Sus obras son muy valoradas, tanto que algunas paredes que habían sido pintadas por él fueron quitadas y vendidas por miles de dólares.

Lo que le da un peculiar giro a la historia del mural de las palomas es que Clacton, uno de los lugares por los que se llega a Reino Unido desde el puerto francés de Calais (que vive una crisis por el arribo de cientos de inmigrantes en las últimas semanas), es escenario de una sonada disputa política.

Quien era el parlamentario por esa localidad, Douglas Carswell, renunció a su puesto y al partido de conservador.

Lo hizo para pasarse a UKIP, un partido con una fuerte agenda antiinmigración y antieuropea, por el que se presentará nuevamente para ocupar el cargo que dejó, en unas elecciones que tendrán lugar el próximo 9 de octubre.

Una portavoz de Banksy dijo que el artista decidió no hacer comentarios respecto a lo ocurrido en Clacton.