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Por Ernesto Bottini
El Roi des Belges, bautizado en homenaje al barco homónimo de El corazón de las tinieblas, es una iniciativa de intervención cultural emprendida por la ciudad de Londres en el contexto del año olímpico, y será desmontado una vez acabados los juegos. La extraña mezcla entre arquitectura y escultura náutica, obra del arquitecto David Kohn y la artista Fiona Banner, asoma su proa al río Támesis desde el techo del Queen Elizabeth Hall. A través de sus numerosas ventanas se puede ver el Palacio de Westminster a la izquierda y la Catedral de St. Paul a la derecha. Los inquilinos tienen a su disposición unas vistas de la ciudad similares a las que pueden tener los navegantes que siguen el río en busca de mar abierto o de aquellos que vuelven a Londres tras una aventura en tierras lejanas. Las catorce ventanas de este barco colgante (cuyo diseño tiene más de un guiño conradiano) permiten establecer distintas perspectivas sobre el río y la ciudad. Imágenes a las que la literatura inglesa nos tiene acostumbrados. Las reservas para pasar una noche en esta habitación, durante sus primeros seis meses de existencia, se agotaron en doce minutos. Pero la idea no es limitar el espacio para un uso hotelero “convencional” o convertirse en atracción de feria, sino acoger eventos culturales que van desde conciertos de violín a estancias creativas de escritores. Subirán a la nave sobre el Támesis, entre otros, el músico David Byrne, la cantante Laurie Anderson y el escritor Michael Ondaatje.
La residencia inaugural de un escritor (se destinarán cuatro días al mes para estancias de escritores) fue la de Juan Gabriel Vásquez (Bogotá, 1973), novelista, traductor y crítico literario. Entre sus libros cabe destacar Los informantes, Historia secreta de Costaguana y El ruido de las cosas al caer, Premio Alfaguara 2011. Pero es su dominio de la lengua inglesa (ha traducido a Dos Passos, EM Forster, John Hersey...) y su profundo conocimiento de la obra de Conrad (Joseph Conrad. El hombre de ninguna parte, Belacqva, Barcelona, 2007) aquello que lo convierte en un escritor adecuado para transformar su paso por este espacio experimental en un evento literariamente productivo. El barco/habitación dispone de una completa biblioteca con volúmenes de la obra de Conrad, libros sobre el río Támesis e historia de la ciudad, mapas antiguos y diversos materiales de consulta. Los escritores se comprometen a presentar, tras cuatro días de “confinamiento”, un texto sobre Londres, sobre los ríos y/o sobre Conrad.
En el texto resultante de esta experiencia, La década profética de Joseph Conrad, Vásquez analiza tres de sus novelas (El corazón de las tinieblas, Nostromo y El cómplice secreto) en relación a tres situaciones clave del siglo XX: las colonias europeas en África y Asia, la intervención estadounidense en América Latina y el terrorismo. En este breve pero intenso ensayo, Vásquez indaga en la mirada cultural y política de Conrad, así como en su capacidad de anticipación sobre conflictos que marcaron el siglo y que llegan hasta nuestros días (anticipación que por momentos resulta auténticamente profética). Como escritor entrenado en la lectura del gran autor polaco, Vásquez rinde homenaje a las enseñanzas del maestro reivindicando la vigencia de sus propuestas narrativas e invitando a leer su obra desde una perspectiva contemporánea.
La lectura de este ensayo puede escucharse en la propia voz del autor.
