Considerado por muchos como uno de los pintores británicos más influyentes y controvertidos de la segunda mitad del siglo XX, Lucian Freud, nieto de Sigmund Freud y destacado retratista, murió en Londres a los 88 años. Nacido en Berlín y exiliado en Inglaterra en 1933, los desnudos pintados por Freud supusieron una nueva forma de pensar el cuerpo a través de la expresión artística. Según Nicholas Serota, director de la Tate Gallery, "la vitalidad de sus desnudos, la intensidad de sus pinturas de la vida cotidiana y la presencia de sus retratos de familia y amigos garantizan a Lucian Freud un lugar único en el panteón del arte de finales de siglo".